Por qué hallo la licencia -ND como innecesaria y dañina
ACTUALIZACIÓN: resalté la nocividad de la incompatibilidad de las licencias “no derivadas” con licencias libres (incluyendo otras licencias CC); sentidas gracias a Carlos Solís por la traducción al español. ¡Gracias!
Hay dos argumentos básicos para licenciar algunas obras bajo una licencia de “no derivadas” (por ejemplo cualquier licencia -ND de Creative Commons o la Licencia de Copia Literal de GNU):
- algunos autores no desean que sus obras sean modificadas, distorsionadas, usadas en formas que no aprueban;
- algunas obras (por ejemplo, expresar la opinión de alguien) son fundamentalmente distintas de otras clases de obras y deberían permanecer invariables.
Creo que ambos son especiosos. Y siento que las licencias “no derivadas” son tanto ineficaces como contraproducentes. Aquí el por qué.
“¡No quiero mi obra distorsionada!”¶
Así que eres un autor y no deseas que tu obra sea distorsionada o modificada para que diga algo que no quisiste decir. Hay dos posibilidades para tal modificación:
- alguien toma tu obra, la distorsiona y la publica a tu nombre, sugiriendo que la escribiste;
- alguien modifica tu obra y la publica a su propio nombre, como una obra derivada.
¡La primera posibilidad sería ilegal, indistintamente de la licencia! Nadie tiene derecho a proclamar tu autoría sobre algo que no creaste; nadie tiene derecho a modificar tu obra y proclamar que aún es tu obra. Las licencias -ND son innecesarias para ese propósito, ya está en la ley de derechos de autor.
En cuanto respecta a las obras derivadas que se basan en la original pero cambian el significado (sin representar erróneamente la autoría), no siento que necesitemos restricciones de licencia para ello. Eso se siente muy cercano a la censura para mi gusto – “no usaréis mis propias palabras en mi contra”; “no me gusta lo que tratas de decir así que usaré la ley de derechos de autor para restringir tu discurso”.
Además, crear parodias es uso justo y ninguna cantidad de cláusulas de licencia “no derivadas” cambiarán eso. Lo mismo aplica a las citas. ¡Tus palabras serán usadas en obras que digan algo que no quisiste decir, te guste o no!
En ese sentido, las licencias “no derivadas” son ineficaces.
“¡Algunas obras deberían ser invariables!”¶
Este argumento depende de la suposición de que algunas obras (memorias, documentación, piezas de opinión) son fundamentalmente distintas a las demás y por tanto deben presentarse tal como están.
Primeramente, todo cuanto escribí arriba aplica aquí. Tales trabajos no pueden ser “modificados” de todos modos, la “modificación” es de hecho la creación de una obra derivada, nadie puede (legalmente) representar erróneamente la autoría o la obra derivada como la original; tales obras, además, pueden ser citadas y parodiadas, indistintamente de la licencia. “No derivadas” es ineficaz.
La licencia “no derivadas” evita que la gente haga cosas que la mayoría de nosotros diría que son deseables. Como mejorar una obra, creando mejores argumentos o versiones actualizadas. Como traducir a otro idioma para diseminar el conocimiento y la argumentación. Estas cosas son genuinamente buenas, pero la gente que querría hacerlas va a ver la licencia, y entonces recibirá el mensaje de que no pueden proseguir…
Más importante, sin embargo, es que este argumento asume que solamente hay un contexto en que una obra dada puede ser usada. Por ejemplo “un ensayo sobre software libre” como un artículo que leer y del cual obtener argumentación. O una “memoria” como un documento histórico que describe las opiniones y fortuna de alguien.
La cuestión es que cualquier obra puede usarse en cualquier contexto, y a menudo lo es.
Piensa por un momento acerca de un profesor en una clase de tecnologías de información, que usa un ensayo sobre Software Libre como material educativo, modificándolo solamente un poco para que la clase entienda mejor o se relacione con este, o usándolo como una base para una discusión en clase. “No derivadas” no permitiría eso.
Piensa sobre cómo los artistas usan diferentes tipos de “materiales” para sus obras de arte – por ejemplo la “Fuente” de Duchamp. Una “memoria” o una “pieza de opinión” pueden fácilmente ser usados en un contexto “artístico”, por ejemplo como una base de vocabulario para un concurso de escritura de poemas guionados (como en: hechos mediante guiones para lenguajes de programación interpretados) sobre software libre. Un ejemplo de algo similar es HaikuLeaks.
Apuesto a que podemos encontrar haikus similares en la documentación de GNU, los papeles de políticas de la FSF, la documentación de Linux. “No derivadas” no permitiría a nadie usarlas en tal contexto – y diría que esa es una pérdida genuina.
Y en ese sentido las licencias “no derivadas” son contraproducentes.
Ensuciando las aguas¶
La licencia “no derivadas” es también verdaderamente nociva.
Hace más difícil explicar qué es el licenciamiento libre. Mucha gente cree que cualquier licencia CC o GNU es “libre como en libertad”; cuando de hecho las licencias CC-*-ND y las de Copia Literal de GNU no pueden considerarse como tales. Esta distinción es tanto crucial como difícil de comunicar.
También causa segmentación entre el grupo de obras bajo licencias CC/GNU: algunas de estas obras (a menudo coexistiendo en un mismo sistema operativo o en un solo repositorio) están licenciadas en tal forma que las hace incompatibles con otras. Algunas no pueden ser modificadas ni usadas (en específico, las licenciadas como “no derivadas”) en obras nuevas, mientras otras sí.
Esto ensucia las aguas, hace el licenciamiento libre tanto más difícil de explicar y tanto más difícil de aprovechar.
En resumen¶
- Las licencias “no derivadas” no protegen contra cosas contra las que queremos que protejan (sea porque están explícitamente permitidas por la ley de derechos de autor, o porque la ley de derechos de autor ya las prohíbe);
- y al mismo tiempo evita que la gente haga cosas que podríamos considerar interesantes o benéficas;
- mientras hace más difícil promover el licenciamiento libre y las obras bajo licencia libre.