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Canciones sobre la Seguridad de las Redes
un blog de Michał "rysiek" Woźniak

El problema monocultural de Mastodon

Las recientes acciones de Eugen Rochko (conocido como Gargron en el Fediverso), el director ejecutivo de la asociación sin ánimo de lucro de Mastodon y principal desarrollador del programa Mastodon, han hecho que algunas personas se preocupen por la enorme influencia que Mastodon (el proyecto de software y la organización sin ánimo de lucro) tiene sobre el resto del Fediverso.

Bien. Deberíamos estar preocupados.

El programa Mastodon es lo que la mayoría de la gente en el Fediverso usa. El nodo más grande, mastodon.social, aloja más de 200 000 cuentas activas mientras escribo este artículo. Esto es aproximadamente una décima parte de todo el Fediverso, en un único nodo. Peor aún, el programa Mastodon es a menudo identificado como toda la red social, ocultando el hecho de que el Fediverso es un sistema mucho más amplio compuesto por programas mucho más diversos.

Esto tiene consecuencias negativas ahora y podría tener consecuencias peores más adelante. Lo que también me molesta mucho es que he visto algo parecido antes.

Lo que vi en el OStatus-verso

Hace años tenía una cuenta en un precursor del Fediverso. Se basaba principalmente en el programa StatusNet (desde entonces renombrado como GNU Social) y el protocolo OStatus. El nodo más grande con diferencia era identi.ca —donde yo tenía mi cuenta—. También había un montón de otros nodos, y había otros proyectos de software que también implementaron OStatus —destacando Friendica—.

Para el propósito de este artículo, llamaremos a esa red social «OStatus-verso».

Comparado con el Fediverso actual, el OStatus-verso era minúsculo. No tengo cifras concretas, pero mi estimación aproximada es de entre 100 000 y 200 000 cuentas activas en un buen día (si tienes las cifras concretas, dímelas y actualizaré este artículo con mucho gusto). Tampoco tengo las cifras exactas de identi.ca, pero mi estimación aproximada es que tenía entre 10 000 y 20 000 cuentas activas.

Es decir, alrededor de una décima parte de la red social.

El OStatus-verso era pequeño pero animado. Había debates, hilos y etiquetas. Tenía grupos una década antes de que el proyecto de software Mastodon implementara los grupos. Tenía aplicaciones (de escritorio) —¡Aún echo de menos la facilidad de uso de Choqok!—. Y después de insistir un poco, incluso pude convencer a un ministerio polaco para que tuviera presencia oficial en él. Hasta donde yo sé, este es el primer ejemplo de una institución gubernamental que tiene una cuenta oficial en una red social descentralizada gestionada por software libre.

Identipocalipsis

Un día, Evan Prodromou, administrador de identi.ca (y creador original del software StatusNet), decidió redesplegarlo como un nuevo servicio, que ejecutaba pump.io. Se supone que el nuevo software sería mejor y más ágil. Se creó un nuevo protocolo porque OStatus tenía limitaciones muy reales.

Solo había un inconveniente: ese nuevo protocolo era incompatible con el resto del OStatus-verso. Le arrancó las entrañas a esa red social.

Las personas con cuentas en identi.ca perdieron sus conexiones en todos los nodos compatibles con OStatus. Las personas con cuentas en otros nodos perdieron el contacto con las personas en identi.ca, algunas de las cuales eran muy populares en el OStatus-verso (¿te suena?…).

Resultó que si un nodo es una décima parte de toda la red social, muchas conexiones sociales pasan por él. Aunque existían otros nodos, de repente una gran parte de los usuarios activos se esfumaron. Muchos grupos quedaron prácticamente en silencio. Incluso si uno tenía una cuenta en un nodo diferente y contactos en otros nodos, muchas caras conocidas simplemente desaparecieron. Yo dejé de usarlo poco después.

Desde mi punto de vista, esta única acción nos hizo retroceder al menos cinco años, si no diez, en lo que respecta a la promoción de las redes sociales descentralizadas. El redespliegue de identi.ca fracturó el OStatus-verso no solo en el sentido de las conexiones sociales, sino también en el del protocolo y la comunidad de desarrolladores. Como dijo pettter, un veterano del OStatus-verso:

Creo que un pequeño matiz sobre el gran golpe es que no solo impactó cortando las conexiones sociales, sino también en la fragmentación de protocolos y en la fragmentación de los esfuerzos de los desarrolladores en reconstruir una y otra vez los bloques básicos de una web social federada. Quizás fue un paso necesario para que volvieran a unirse en el diseño de AP [ActivityPub], pero personalmente no lo creo.

Por supuesto, Evan tenía todo el derecho a hacerlo. Era un servicio que él llevaba, pro bono, en sus propios términos, con su propio dinero. Pero eso no cambia el hecho de que destrozó el OStatus-verso.

Creo que debemos aprender de esta historia. Una vez que lo hagamos, deberíamos preocuparnos por el enorme tamaño de mastodon.social. Debería preocuparnos la aparente monocultura del programa Mastodon en el Fediverso. Y también debería preocuparnos la identificación de todo el Fediverso con solo «Mastodon».

El precio de crecer a lo grande

Existen costes y riesgos reales relacionados con el crecer tanto como mastodon.social. Esos costes y, sobre todo, esos riesgos afectan tanto al propio nodo como al Fediverso en general.

La moderación en el Fediverso se centra en gran medida en los nodos. Un solo nodo gigantesco es difícil de moderar eficazmente, especialmente si tiene registros abiertos (como mastodon.social actualmente). Como nodo estrella, promocionado directamente en las aplicaciones móviles oficiales, atrae muchos registros nuevos —también unos cuantos bastantes problemáticos—.

Al mismo tiempo, esto también hace que sea más difícil para los administradores y moderadores de otros nodos tomar decisiones de moderación sobre mastodon.social.

Si un administrador de un nodo diferente decide que la moderación de mastodon.social es deficiente por cualquier razón, ¿debería silenciarlo o incluso defederarse de este (como algunos ya han hecho, aparentemente), negando así a los miembros de su nodo el acceso a muchas personas populares que tienen cuentas allí? ¿O deberían mantener ese acceso, arriesgándose a exponer a su propia comunidad a acciones potencialmente dañinas?

El enorme tamaño de mastodon.social hace que cualquier decisión de este tipo por parte de otro nodo se convierta inmediatamente en un gran problema. Es una forma de poder: «claro, puedes defederarte de nosotros si no te gusta cómo moderamos, ¡pero sería una pena que la gente de tu nodo perdiera el acceso a una décima parte de todo el Fediverso!". Como dice el sitio web de GoToSocial:

Tampoco creemos que los nodos estrella con miles y miles de usuarios sean muy buenos para el Fediverso, ya que tienden a la centralización y pueden convertirse fácilmente en «demasiado grandes como para ser bloqueados».

¡Ojo, no estoy diciendo que esta dinámica de poder se explote consciente y deliberadamente! Pero es innegable que existe.

Ser un gigantesco nodo estrella también significa que mastodon.social tiene más probabilidades de ser blanco de acciones maliciosas. En varias ocasiones durante los últimos meses, por ejemplo, ha sufrido ataques de denegación de servicio. Un par de veces dejó de funcionar por eso. La resiliencia de un sistema federado se basa en la eliminación de grandes puntos de fallo, y mastodon.social es uno enorme hoy en día.

El tamaño de ese nodo y que sea un objetivo jugoso también significa que hay que tomar ciertas decisiones difíciles. Por ejemplo, al ser un objetivo probable de ataques de denegación de servicio, ahora está detrás de Fastly. Esto es un problema desde la perspectiva de la privacidad y desde la perspectiva de la centralización de la infraestructura de Internet. También es un problema que los nodos más pequeños evitan por completo simplemente por ser más pequeños y, por tanto, objetivos menos interesantes para que alguien los derribe con ataques de denegación de servicio.

Aparente monocultura

Aunque el Fediverso no es exactamente una monocultura, está demasiado cerca de serlo. Mastodon, la organización sin ánimo de lucro, tiene una gran influencia en todo el Fediverso. Esto hace que las cosas sean tensas para los usuarios de la red social, los desarrolladores del programa Mastodon y otros proyectos de programas federados, y también para los administradores de nodos.

Mastodon no es el único proyecto de software federado en el Fediverso, ni el primero. Por ejemplo, Friendica existe desde hace una década y media, mucho antes de que el programa Mastodon recibiera su primer commit de Git. ¡Hay nodos de Friendica (por ejemplo, pirati.ca) que a día de hoy funcionan dentro del Fediverso y que habían formado parte del OStatus-verso hace una década!

Pero llamar a todo el Fediverso «Mastodon» hace que parezca que solo existe el programa Mastodon en el Fediverso. Esto lleva a la gente a exigir que se añadan características a Mastodon y a pedir cambios que a veces ya han sido implementados por otro programa federado. Calckey ya tiene toots de citas. Friendica tiene conversaciones con hilos y texto con formato.

Identificar a Mastodon con todo el Fediverso también es malo para los desarrolladores del programa Mastodon. Se encuentran bajo presión para implementar funcionalidades que podrían no encajar del todo con el programa Mastodon. O se encuentran lidiando con dos grupos de usuarios que se hacen oír: uno que pide una determinada funcionalidad, y otro que insiste en que no se implemente por ser un cambio demasiado grande. Muchas de estas situaciones probablemente podrían resolverse más fácilmente poniendo claramente un límite e indicando a los usuarios otros programas federados se ajusten mejor a su caso de uso.

Finalmente, Mastodon es actualmente (medido en usuarios activos y en número de nodos) la implementación más popular del protocolo ActivityPub. Cada implementación tiene sus peculiaridades. Con el tiempo y con las nuevas funcionalidades que se implementen, la implementación de Mastodon podría tener que alejarse más de la especificación estricta. Es tentador, después de todo: ¿por qué pasar por un arduo proceso de estandarización de las extensiones de protocolo si de todos modos eres el nodo más grande?

Si eso ocurre, ¿tendrán que seguirlo todas las demás implementaciones, siendo así arrastradas, pero sin realmente poder decidir qué cambios se aplican a la especificación de facto? ¿Creará esto más tensiones entre los desarrolladores del software Mastodon y los desarrolladores de otros proyectos de software federado?

La mejor solución a «a Mastodon le falta la funcionalidad X» no es siempre «Mastodon debería implementar la funcionalidad X». A menudo puede ser mejor utilizar un programa federado diferente, más adecuado para una tarea o comunidad en particular. O trabajar en una extensión del protocolo que permita que una funcionalidad particularmente popular sea implementada de forma fiable por tantos nodos como sea posible.

Pero eso solo puede funcionar si todo el mundo tiene claro que Mastodon es solo una parte de una red social más grande: el Fediverso. Y que ya tenemos muchas opciones en lo que respecta a programas federados, y en lo que respecta a los nodos individuales, y en lo que respecta a las aplicaciones móviles.

Lamentablemente, eso parece ir en contra de las recientes decisiones de Eugen, que van hacia un modelo bastante jerárquico (no del todo integrado en una jerarquía de arriba a abajo, pero yendo a esa dirección) de aplicaciones móviles oficiales de Mastodon que promueven el nodo estrella mastodon.social. Y eso es algo preocupante, en mi opinión.

Un enfoque mejor

Quiero dejar claro que no estoy abogando aquí por congelar el desarrollo de Mastodon y no implementar nunca nuevas funcionalidades. También estoy de acuerdo en que el proceso de registro tiene que ser mejor y más ágil de lo que era antes, y que hay que implementar muchos cambios en la interfaz de usuario y mejorar su experiencia. Pero todo esto puede y debe hacerse de forma que mejore la resiliencia del Fediverso, en lugar de socavarla.

Grandes cambios

Mi lista de grandes cambios necesarios para Mastodon y el Fediverso sería:

  1. Cerrar los registros en mastodon.social, ahora.
    Ya es un riesgo y un nodo demasiado grande para el resto del Fediverso.
  2. Volver todavía más sencilla la migración de perfiles, también entre diferentes tipos de nodos
    En Mastodon, la migración de perfil actualmente solo mueve seguidores. A quien sigues, los marcadores y las listas de bloqueados y silenciados se pueden mover manualmente. Las publicaciones y las listas no se pueden mover —y eso es un gran problema para mucha gente, ya que les mantiene atados al primer nodo en el que se registraron—. No es imposible (yo he movido mi perfil dos veces y me ha ido perfectamente). Pero es demasiada fricción. Afortunadamente, otros proyectos de programas federados también están trabajando para permitir las migraciones de publicaciones. Pero no va a ser una solución rápida y fácil, ya que el diseño de ActivityPub hace que sea muy difícil mover publicaciones entre nodos.
  3. Por defecto, las aplicaciones oficiales deberían ofrecer a los nuevos usuarios un nodo aleatorio de entre una pequeña lista de nodos verificados
    Al menos algunos de estos nodos promovidos no deberían estar controlados por la asociación sin ánimo de lucro de Mastodon. Idealmente, algunos nodos deberían ejecutar programas federados diferentes siempre que utilicen una API de cliente compatible.

¿Qué puedo hacer yo?

Estas son las cosas que nosotros podemos hacer por nuestra cuenta, como personas que utilizamos el Fediverso:

  1. Considera la posibilidad de salir de mastodon.social si tienes una cuenta allí.
    Hay que reconocer que es un gran paso, pero también es algo que puedes hacer y que ayuda más directamente a solucionar la situación. Yo migré de mastodon.social hace años, y nunca miré atrás.
  2. Considera la posibilidad de utilizar un nodo basado en un proyecto de software diferente
    Cuanta más gente migre a nodos que utilicen otro programa federado distinto a Mastodon, más equilibrado y resiliente será el Fediverso. Estamos escuchando muchas opiniones positivas sobre Calckey, por ejemplo. GoToSocial también parece interesante.
  3. Recuerda que el Fediverso no es solo Mastodon
    Las palabras importan. Cuando se habla del Fediverso, llamarlo «Mastodon» solo hace más difícil lidiar con los problemas que mencioné anteriormente.
  4. Si puedes, apoya otros proyectos que no sean los oficiales de Mastodon
    En este momento el proyecto del programa Mastodon tiene un montón de colaboradores, un equipo de desarrollo estable y suficiente financiación sólida para continuar con seguridad durante mucho tiempo. ¡Eso es estupendo! Pero no se puede decir lo mismo de otros proyectos cercanos al Fediverso, como las aplicaciones móviles o los programas federados independientes. Para tener un Fediverso diverso y resistente, necesitamos asegurarnos de que estos proyectos también reciben apoyo, también financiero.

Pensamientos finales

En primer lugar, el Fediverso es una red social mucho más resiliente, más viable a largo plazo, más segura y más democratizada que cualquier red social cerrada y centralizada. Incluso con el problema monocultural de Mastodon, sigue sin ser (y no puede ser) propiedad de una sola empresa o persona ni estar bajo su control. También creo que es una opción mejor y más segura que las redes sociales que se disfrazan como descentralizadas y lo son solo de boquilla, como BlueSky.

De manera muy significativa, puede decirse que el OStatus-verso fue una versión temprana del Fediverso; como he explicado antes, algunos nodos que entonces formaron parte de aquel siguen funcionando y formando parte del Fediverso hoy en día. En otras palabras, el Fediverso lleva ya una década y media funcionando y ha sobrevivido al Identipocalipsis, aunque resultó gravemente dañado por este, siendo testigo tanto del nacimiento como del prematuro fallecimiento de Google+.

Creo que el Fediverso es mucho más resistente que el OStatus-verso antes del redespliegue de identi.ca. Es un orden de magnitud (al menos) mayor en términos de base de usuarios. Hay docenas de proyectos de programas federados diferentes y decenas de miles de nodos activos. También hay instituciones importantes que invierten en su futuro. No debería cundir el pánico por todo lo que he escrito antes. Pero sí creo que deberíamos estar preocupados.

No considero malintencionadas las recientes acciones de Eugen (como hacer que las aplicaciones oficiales de Mastodon dirijan a nuevas personas hacia mastodon.social) ni las acciones pasadas de Evan (redesplegar identi.ca en pump.io). Y creo que nadie debería. Esto es difícil, y todos estamos aprendiendo sobre la marcha, tratando de hacerlo lo mejor posible con el tiempo limitado que tenemos disponible y recursos restringidos en nuestras manos.

Evan pasó a ser uno de los principales creadores de ActivityPub, el protocolo con el que funciona el Fediverso. Eugen inició el proyecto de software Mastodon, que, creo con convicción, permitió que el Fediverso floreciera hasta convertirse en lo que es hoy. Realmente aprecio su trabajo y reconozco que es imposible hacer algo en el ámbito de las redes sociales sin que alguien opine sobre ello.

Eso no significa, sin embargo, que no podamos escrutar estas decisiones y que no debamos tener estas opiniones.


Actualización: Cometí un error; mastodon.social está detrás de Fastly, no de CloudFlare, por supuesto. Solucionado, ¡gracias a quienes me lo hicieron saber!

Actualización 2: Sentidas gracias a Jorge Maldonado Ventura por la traducción al español, publicado bajo la licencia CC BY-SA 4.0. ¡Gracias!

Cómo el compartir información desarraiga los modelos conservadores de negocio

Ésta es una publicación antigua, de más de 4 años.

Como tal, puede que ya no corresponda con la opinión del autor o el estado del mundo. Se ofrece como archivo histórico.

(y por qué esto no necesariamente es algo malo)

ACTUALIZACIÓN: sentidas gracias a Carlos Solís por la traducción al español. ¡Gracias!

Resumen

Cada día parece que adquirimos nuevas formas – más rápidas, mejores, más convenientes – de compartir información; y hoy día casi todo puede ser información: de software que opera las supercomputadoras más rápidas, pasando por conjuntos de datos del tamaño de terabytes, codiciados por la ciencia, a obras de arte digitalizadas. Todo disponible en forma de bytes, listo para copiar y compartir. Esta revolución digital no es compatible con los modelos de negocio de antaño, y sus benefactores luchan de vuelta vehementemente.

¿Es esta la mejor estrategia? Modelos de negocio nuevos, emergentes, que toman en cuenta estas vastas oportunidades para compartir parecen sugerir lo contrario.

Reseña histórica

Cuando el Acta de Licenciamiento de la Prensa de 1662 expiró en 1695, la Honorable Compañía de Imprenteros y Periódicos – recordada más brevemente por la historia como la Stationers’ Company – se halló sin el monopolio garantizado por el estado sobre la imprenta, que impulsó su florecimiento durante las décadas anteriores. Sabiendo muy bien que los autores mismos no podrían publicar obras por su propia cuenta, ya que eso requeriría una significante inversión en infraestructura de imprenta, la Stationers’ Company inventó la (para entonces muy revolucionaria) noción que resuena en cada debate sobre derechos de autor hasta nuestros días: el derecho inherente de los autores a sus obras.

Este argumento fue tan poderoso que llevó directamente a la sanción en 1710 del Estatuto de la Reina Ana y la creación de la ley de derechos de autor de la forma que nos es familiar hoy.

Justo como en ese entonces, hoy este argumento es aún utilizado como un instrumento para proteger el sustento no solamente de los autores, sino de los editores. Los intermediarios.

Piedras Angulares del Conocimiento Humano

Discutiblemente, la habiliad que tuvo la mayor influencia en la historia humana es la habilidad de comunicarse. Durante milenios la raza humana la perfeccionó, con pocas invenciones que brindara un cambio real, cualitativo en su velocidad y precisión. Cada uno de esos inventos fue seguido por grandes saltos intelectuales, culturales y sociales – y represión política.

Inventar el habla permitió a nuestros ancestros transferir conocimiento directamente, cooperar mejor en grupo, intercambiar ideas – de las muy rudimentarias del amanecer del hombre, a grandes constructos intelectuales que casi se perdieron en el tiempo. También encendió nuestra habilidad de pensar en abstracto y operar por medio de lógica.

El siguiente gran salto fue la invención de la escritura. Inmensamente importante, proveyó la necesidad de preservar los constructos intelectuales hechos posibles por el habla. Esto llevó a la edad dorada de la filosofía, los primeros registros históricos, la literatura y la poesía. En cierta forma, permitió comunicarse a través del tiempo – grandes pensamientos podían enviarse a través de años, décadas y más allá, simplemente conservándolos por escrito.

La imprenta trajo la palabra escrita a las masas, y en efecto desenraizó la estructura social y económica de la Europa feudal, llevando finalmente a las democracias de la era moderna. Bajando los costos de crear múltiples copias y diezmando el tiempo necesario para la creación de una sola copia, las ideas podían desplegarse más rápida y precisamente que nunca antes – más personas podían costearse el tener sus pensamientos escritos y diseminados, más gente podía costearse el poseer un libro. La palabra escrita dejó de ser el dominio de la élite dominante.

Hoy, Internet y la tecnología digital bajaron esos costos aún más, dramáticamente; permitió la transferencia casi sin costo de información alrededor del mundo y la creación instantánea de copias perfectas. Lo que era un proceso difícil, complicado, arduo y propenso a errores hace apenas un par de décadas está hoy al alcance del clic de un botón.

Tecnología disruptiva

No sabemos qué pasó con el habla, pero todas las demás invenciones fueron vistas como disruptivas y tropezaron con resistencia al momento de su introducción.

Sócrates se rehusó a escribir sus conceptos proclamando que la escritura es dañina a la memoria del autor, y a los conceptos mismos. La imprenta fue reprimida y restringida por la Iglesia y la monarquía, porque fue vista (muy aptamente, como el ejemplo de Lutero muestra) como una herramienta de gran potencial revolucionario.

Hoy, nadie disputa la importancia y el valor de estos inventos, y cuán instrumentales fueron para el desarrolo científico, social y económico de la humanidad. Los intentos tempranos de frenar su uso, de ejercer control sobre ellos y con qué fines – como el infame Index Librorum Prohibitorum – son con justo derecho llamados censura y vistos como detrimento.

De todos modos, incluso con tales lecciones históricas, nos vemos atrapados en debates sobre cuán peligrosa es Internet y sobre formas de limitarla por parte de los porteros de antaño.

Demonio en la Red

Los argumentos traídos en contra de una Internet sin censura son muchos y pueden categorizarse someramente en:

  • objeciones morales a cierto contenido (por ejemplo pornografía, contenido antireligioso),
  • peligros supuestos a la sociedad provenientes de ciertos tipos de contenido (por ejemplo críticas a los gobernantes, grupos de oposición, nazismo, discursos de odio),
  • infracciones percibidas a los derechos de aquellos privilegiados en ese entonces (este argumento, por obvias razones, no suele ser expresado en público).

Notablemente, todas estas categorías estaban presentes en la narrativa europea anti-imprenta de siglos atrás. El Index fue creado como medida para imponer normas oficiales morales y sociales de esos tiempos, su creación siendo alegada como necesaria para evitar el rompimiento de las sociedades expuestas a escritos “subversivos”, mientras que al mismo tiempo actuaba como herramienta de control continuamente ejercido por la Iglesia– control que era hasta la fecha ejercido por un monopolio de facto sobre la verdad, imposible de mantener en la era de la imprenta.

En este artículo quisiera enfocarme en la última categoría de argumentos contra una Internet libre de censura.

Tecnología contra ley

La actual ley de derechos de autor (o copia) desciende directamente del Estatuto de la Reina Ana; esto es aparente incluso en su propio nombre: establece las reglas bajo las cuales las copias de obras se pueden realizar y quién tiene el derecho a realizarlas. Creado en tiempos donde imprimir era un proceso difícil, que requería recursos y mano de obra, apuntando (como aún lo hace hoy) a proteger la inversión de los editores – y otros intermediarios.

De los editores, no los autores: la ley de derechos de autor fue creada solamente cuando el negocio de publicaciones emergió; antes de la llegada de la imprenta y la necesidad de talleres de impresión no había necesidad de una ley de derechos de autor, y por tanto ninguna existía. Sin ningún método rápido y exacto de copiar una obra de arte (incluido un libro), no había necesidad de proteger los derechos a la misma – los libros y otras obras de arte se trataban justo como objetos regulares: vendidos, trocados, etcétera, sin discusión alguna sobre los “derechos del autor”.

El complicado proceso de impresión también significó que era de hecho posible ejercer eficientemente control sobre los talleres de impresión – las imprentas debían ser compradas, se requería personal capacitado, todo esto podía controlarse grandemente.

Hoy la ley de derechos de autor se sigue usando aún para defender el negocio de los intermediarios. Sin embargo, lo que siglos atrás se visionaba como la protección de una industria emergente y útil, hoy paraliza la innovación, defendiendo innecesariamente modelos anticuados de negocio. Esto deriva de unos cuantos cambios cruciales que la tecnología digital trajo:

  • copiar es casi carente de esfuerzo y costo, requiere casi nula proeza técnica, y produce copias exactas, perfectas, indistinguibles de la “original”;
  • la distribución alrededor del globo, apenas el trabajo está en forma digital, es también casi carente de esfuerzo y costo;
  • las herramientas necesarias para poder copiar y distribuir están en abundancia y son fáciles de usar.

La ley de derechos de autor se basa en suposiciones (la copia intensiva en recursos; la distribución problemática; la censura factible) que ya no aplican. Los modelos tradicionales de negocio basadas en esta son, por tanto, también anticuados y aún más difíciles de mantener. Los intermediarios se vuelven gradualmente obsoletos, mientras cada uno de los autores es capaz de publicar autónomamente y llegar a sus fanáticos directamente.

Sin embargo, en vez de buscar nuevos modelos que sí funcionen dentro de este nuevo marco tecnológico, los intermediarios de antes – compañías de imprenta tradicional, medios y entretenimiento – impulsan una ley de derechos de autor más estricta, aún más imposición.

Esto está en contra tanto de la tecnología como de la sociedad, que trata ya la cultura del compartir como la norma, al mismo tiempo que pone en jaque modelos mergentes de producción financiera de obras culturales y poniendo en peligro obras ya publicadas.

De “piratas” y fanáticos

Nótese por favor: el término “pirata” en este contexto particular es un acto de abuso del idioma; descargar contenido de Internet, incluso sin permiso de los titulares del derecho de autor, es legal en algunas jurisdicciones (por ejemplo Polonia), incluso si publicarlo no lo es.

Como han demostrado estudios alrededor del mundo, los mayores fanáticos también tienden a descargar la mayor cantidad de contenido de Internet. Una correlación entre cifras crecientes del así llamado “contenido ilegal” descargado mediante nuevos canales de distribución electrónica (como las redes de par a par) y supuestos beneficios decrecientes de las compañías de medios no ha sido comprobada, sin embargo.

Al contrario: los reportes de ganancias anuales de las mayores compañías de entretenimiento parecen sugerir lo contrario – sus beneficios evidentemente suben a la par de la cantidad de “contenido ilegal” descargado alrededor del mundo.

Incluso hay una visible correlación entre la cantidad de contenido descargado ilegalmente de un artista particular y las ganancias por venta del artista – aunque no es claro si hay alguna causación presente, y en cuál dirección. Esto puede, sin embargo, significar que las redes de par a par, además de ser supuestamente perjudiciales para las cifras de ventas, podrían ser de hecho un buen medio de mercadeo.

Promoción a Par

Esto ya se está utilizando como una base de modelos emergentes de negocio. El notorio sitio de torrentes The Pirate Bay ha decidido trabajar con artistas que están dispuestos a tomar parte en un experimento – y lanzó The Promo Bay: en vez del logo del sitio, visible para millones de visitantes cada día, se promueve un nuevo artista y álbum.

Es una nueva ventura y es difícil determinar su viabilidad a largo plazo, pero ya hay varios artistas participantes que reportan un aumento en el interés – y las ganancias.

La estrategia de “mercadeo por compartición” se verifica a sí misma, sin embargo – el género musical brasileño de la Tecnobrega prospera tratando los CDs grabados en estudios locales como material de promoción, vendido a precio simbólico o simplemente regalado gratis. Compartir en Internet no está siendo desaconsejado ya que el dinero se hace en fiestas con sistemas de sonido en vivo y miles de participantes, cobrando la entrada y vendiendo grabaciones del acto en vivo tras la fiesta.

En vez de luchar contra la tecnología y las normas sociales, la industria de la Tecnobrega toma ventaja de las posibilidades técnicas de copia y distribución fáciles para vender algo que no puede ser copiado fácilmente: la emoción del concierto en vivo, y las memorias de ello.

Vender lo que no puede ser copiado

Aunque no está relacionado musicalmente con la Tecnobrega, los organizadores del Przystanek festival Woodstock de Polonia siguen una ruta similar Este, el mayor festival de aire libre de música y cultura de Europa (complaciendo los gustos de más de 400.000 fanáticos de la música cada año) no cobra entrada de admisión del todo – sin embargo, uno puede coprar grabaciones y mercancía hechas profesionalmente cada año.

La mercancía y los costos de admisión a conciertos son excelentes ejemplos de un modelo de negocio compatible con la cultura digital de compartir, pero hay aún más cosas con qué ganar dinero que estas. Resulta ser que los fanáticos pagarán buen dinero por la pura emoción de saber que ayudaron a hacer su espectáculo o álbum favorito posible.

Esta es la idea detrás de la financiación en masa, o “crowdfunding” – pedir a gente normal, no a los grandes medios, por dinero directo, para que la producción pueda comenzar. Así es como Pioneer One fue fundada. Así fue como el programa de red social de código abierto Diaspora obtuvo su primer impulso. Fanáticos y personas que simplemente les agradaba la idea colaboraron con unos cuantos dólares para hacer esos – y muchos más – proyectos posibles. Ambos fueron lanzados bajo licencias abiertas (Creative Commons y AGPL, respectivamente).

De hecho, este método de recibir paga por trabajar apoya varios proyectos de software libre/de código abierto y de cultura libre. La clave aquí es hacer las donaciones tan fáciles, y el producto resultante tan útil y placentero de experimentar o usar, como sea posible – esto, de hecho, impulsa a tales proyectos a usar términos de licencia libre. Términos que son completamente compatibles con la cultura del compartir.

Un giro interesante en esa idea particular es el Humble Indie Bundle. Mezclando los rasgos de donaciones fáciles y máxima libertad de uso tras la compra con recolectas de fondos conocidas de campañas políticas, ONGs o últimamente Wikipedia (un ejemplo interesante por sí mismo), y con una causa honorable, los operarios del HIB reúnen juegos independientes en un “paquete” y realizan una recolecta de fondos de dos semanas.

Cada cliente puede colocar su propio monto que pagar por el mismo, y puede ajustar cuánto del dinero se comparte entre los desarrolladores del juego, operarios del HIB y dos ONGs notables. En retorno, cada cliente recibe juegos que funcionan en todos los sistemas operativos principales (incluyendo los basados en Linux, de código abierto), no limitados con el pesado DRM usado por los grandes editores de juegos para “proteger” sus juegos de ser compartidos ilegalmente.

Este modelo ya se está copiando, por ejemplo por la empresa de nueva creación Music Rage, haciendo recolectas promocionales similares para bandas de música independientes.

Modelos más inclusivos

También digno de mencionar, y usualmente ignorado por los comentaristas, es el hecho de que con muchos de los anteriores modelos (en específico: aquellos en que el comprador/fundador elige su propio precio/cantidad), los artistas y autores son capaces de recibir pagos de grupos de ingreso que serían excluidos en modelos tradicionales.

Con un CD que cuesta un monto fijo muchos no decidirán comprarlo: el cliente potencial no recibirá la obra, ni el autor el dinero, incluso si el cliente, de hecho, estuviera dispuesto a pagar solamente un poco menos.

Y viceversa – de decidir el cliente que quisiera recompensar al autor más que el precio fijo, esto también es imposible (salvo comprando un segundo álbum).

Este no es el caso con estos modelos flexibles. Porque la copia y distribución es prácticamente sin costo, los autores pueden dejar que los clientes ajusten sus precios, y así complacer a los dos grupos anteriores.

Ellos pueden, de hecho, incentivar a los clientes más acaudalados a hacer pagos más generosos por servicios adicionales, como la inclusión de su nombre en los créditos de cierre en caso de un filme (nuevamente, Pioneer One es un ejemplo aquí).

Los intermediarios paralizan la innovación de la industria

Los intermediarios tradicionales – editores, grandes conglomerados de medios, agencias de gestión – están intentando revertir el progreso tecnológico para salvar modelos antiguos, fracasados e insostenibles, construidos sobre abstracciones que ya no tienen lugar. Haciendo esto están activamente dañando modelos emergentes de negocio que son compatibles tanto con la tecnología como con las normas sociales que ya están en su lugar.

Hace un siglo no se veía como apropiado sancionar leyes que defendieran a los fabricantes de coches de caballos de la competición de los fabricantes de automóviles. La tecnología se movió hacia adelante, y así lo hizo la industria afectada – eso era visto como un proceso natural.

En este artículo espero haber demostrado la viabilidad de algunos ejemplos de modelos emergentes de negocio que toman ventaja de la tecnología disponible. No creo que sean los únicos modelos posibles, ni que estos sean los mejores modelos concebibles.

Yo, de hecho, mantengo que probablemente hay otros y mejores modelos para el futuro. Sin embargo, a menos que dejemos de estorbar y detener el progreso tecnológico y de negocio en el nombre de suposiciones pasadas de moda, podríamos nunca hallarlos.


Este artículo ha aparecido en una publicación revisada por pares: “Innovating innovation. Essays on the intersection of information science and innovation” (Warsaw 2013, ISBN:978-83-925759-8-6) editada por el Dr. Bruno Jacobfeuerborn y publicada por la MOST Foundation.

Por qué hallo la licencia -ND como innecesaria y dañina

Ésta es una publicación antigua, de más de 4 años.

Como tal, puede que ya no corresponda con la opinión del autor o el estado del mundo. Se ofrece como archivo histórico.

ACTUALIZACIÓN: resalté la nocividad de la incompatibilidad de las licencias “no derivadas” con licencias libres (incluyendo otras licencias CC); sentidas gracias a Carlos Solís por la traducción al español. ¡Gracias!

Hay dos argumentos básicos para licenciar algunas obras bajo una licencia de “no derivadas” (por ejemplo cualquier licencia -ND de Creative Commons o la Licencia de Copia Literal de GNU):

  • algunos autores no desean que sus obras sean modificadas, distorsionadas, usadas en formas que no aprueban;
  • algunas obras (por ejemplo, expresar la opinión de alguien) son fundamentalmente distintas de otras clases de obras y deberían permanecer invariables.

Creo que ambos son especiosos. Y siento que las licencias “no derivadas” son tanto ineficaces como contraproducentes. Aquí el por qué.

“¡No quiero mi obra distorsionada!”

Así que eres un autor y no deseas que tu obra sea distorsionada o modificada para que diga algo que no quisiste decir. Hay dos posibilidades para tal modificación:

  • alguien toma tu obra, la distorsiona y la publica a tu nombre, sugiriendo que la escribiste;
  • alguien modifica tu obra y la publica a su propio nombre, como una obra derivada.

¡La primera posibilidad sería ilegal, indistintamente de la licencia! Nadie tiene derecho a proclamar tu autoría sobre algo que no creaste; nadie tiene derecho a modificar tu obra y proclamar que aún es tu obra. Las licencias -ND son innecesarias para ese propósito, ya está en la ley de derechos de autor.

En cuanto respecta a las obras derivadas que se basan en la original pero cambian el significado (sin representar erróneamente la autoría), no siento que necesitemos restricciones de licencia para ello. Eso se siente muy cercano a la censura para mi gusto – “no usaréis mis propias palabras en mi contra”; “no me gusta lo que tratas de decir así que usaré la ley de derechos de autor para restringir tu discurso”.

Además, crear parodias es uso justo y ninguna cantidad de cláusulas de licencia “no derivadas” cambiarán eso. Lo mismo aplica a las citas. ¡Tus palabras serán usadas en obras que digan algo que no quisiste decir, te guste o no!

En ese sentido, las licencias “no derivadas” son ineficaces.

“¡Algunas obras deberían ser invariables!”

Este argumento depende de la suposición de que algunas obras (memorias, documentación, piezas de opinión) son fundamentalmente distintas a las demás y por tanto deben presentarse tal como están.

Primeramente, todo cuanto escribí arriba aplica aquí. Tales trabajos no pueden ser “modificados” de todos modos, la “modificación” es de hecho la creación de una obra derivada, nadie puede (legalmente) representar erróneamente la autoría o la obra derivada como la original; tales obras, además, pueden ser citadas y parodiadas, indistintamente de la licencia. “No derivadas” es ineficaz.

La licencia “no derivadas” evita que la gente haga cosas que la mayoría de nosotros diría que son deseables. Como mejorar una obra, creando mejores argumentos o versiones actualizadas. Como traducir a otro idioma para diseminar el conocimiento y la argumentación. Estas cosas son genuinamente buenas, pero la gente que querría hacerlas va a ver la licencia, y entonces recibirá el mensaje de que no pueden proseguir…

Más importante, sin embargo, es que este argumento asume que solamente hay un contexto en que una obra dada puede ser usada. Por ejemplo “un ensayo sobre software libre” como un artículo que leer y del cual obtener argumentación. O una “memoria” como un documento histórico que describe las opiniones y fortuna de alguien.

La cuestión es que cualquier obra puede usarse en cualquier contexto, y a menudo lo es.

Piensa por un momento acerca de un profesor en una clase de tecnologías de información, que usa un ensayo sobre Software Libre como material educativo, modificándolo solamente un poco para que la clase entienda mejor o se relacione con este, o usándolo como una base para una discusión en clase. “No derivadas” no permitiría eso.

Piensa sobre cómo los artistas usan diferentes tipos de “materiales” para sus obras de arte – por ejemplo la “Fuente” de Duchamp. Una “memoria” o una “pieza de opinión” pueden fácilmente ser usados en un contexto “artístico”, por ejemplo como una base de vocabulario para un concurso de escritura de poemas guionados (como en: hechos mediante guiones para lenguajes de programación interpretados) sobre software libre. Un ejemplo de algo similar es HaikuLeaks.

Apuesto a que podemos encontrar haikus similares en la documentación de GNU, los papeles de políticas de la FSF, la documentación de Linux. “No derivadas” no permitiría a nadie usarlas en tal contexto – y diría que esa es una pérdida genuina.

Y en ese sentido las licencias “no derivadas” son contraproducentes.

Ensuciando las aguas

La licencia “no derivadas” es también verdaderamente nociva.

Hace más difícil explicar qué es el licenciamiento libre. Mucha gente cree que cualquier licencia CC o GNU es “libre como en libertad”; cuando de hecho las licencias CC-*-ND y las de Copia Literal de GNU no pueden considerarse como tales. Esta distinción es tanto crucial como difícil de comunicar.

También causa segmentación entre el grupo de obras bajo licencias CC/GNU: algunas de estas obras (a menudo coexistiendo en un mismo sistema operativo o en un solo repositorio) están licenciadas en tal forma que las hace incompatibles con otras. Algunas no pueden ser modificadas ni usadas (en específico, las licenciadas como “no derivadas”) en obras nuevas, mientras otras sí.

Esto ensucia las aguas, hace el licenciamiento libre tanto más difícil de explicar y tanto más difícil de aprovechar.

En resumen

  • Las licencias “no derivadas” no protegen contra cosas contra las que queremos que protejan (sea porque están explícitamente permitidas por la ley de derechos de autor, o porque la ley de derechos de autor ya las prohíbe);
  • y al mismo tiempo evita que la gente haga cosas que podríamos considerar interesantes o benéficas;
  • mientras hace más difícil promover el licenciamiento libre y las obras bajo licencia libre.

Apple por fin saltó por la borda

Ésta es una publicación antigua, de más de 4 años.

Como tal, puede que ya no corresponda con la opinión del autor o el estado del mundo. Se ofrece como archivo histórico.

ACTUALIZACIÓN: gracias a Carlos Solís ahora tenemos una traducción al español. ¡Gracias!

La siguiente es una queja. Están advertidos.

Toda la gente que me conoce está familiarizada con mi relación de odio-odio con Apple. He sido un evangelista anti-Apple por un tiempo ya, pero – para ser honesto – solía ser un reto. Quiero decir, uno tiene que admitir que sus productos tenían una apariencia que estaba a la par con la que muchos (y demasiados) clientes esperaban por su dinero.

Mientras me opongo a ellos con bases filosóficas (por una razón u otra, odio los jardines amurallados), convencer a alguien no-softwarelibrista de no comprar de Apple no era una tarea fácil (intenten explicarle qué es un jardín amurallado a una persona al azar en la calle, y vean en qué termina).

¿Qué podía hacer entonces? Si a alguien le gusta estar encerrado en una burbuja sobrepreciada controlada por una corporación, y sólo ser capaz de hacer con su (de la corporación, no del usuario – resulta ser que el usuario no es el dueño) dispositivo lo que la corporación expresamente permita, es su propia elección soberana. Una mala, pero caray, qué me importa.

Vaya, hasta la gente técnica tenía algunos argumentos para ir con Apple que eran difíciles de debatir con bases puramente técnicas.

Bueno, eso es cosa del pasado.

Calidad

Ah sí, oficialmente el principal punto que vende Apple (“oficialmente”, ya que el verdadero punto que vende Apple es, y por un largo tiempo ha sido, bueno, la moda). El fracaso de Apple en este sentido es el más divertido, los aficionados más tenaces de Apple argumentan que no hay problema alguno y que no hay absolutamente cambio alguno en lo absoluto en la calidad de los productos de Apple.

Bueno, rayos. En este punto puedo debatir hacia ambos lados, ¡y de hecho ganar en cualquiera!

De un lado de la mesa, no recuerdo que Apple lanzara un producto que tuviera fallos molestos de hardware y además limitantes en el software. Digo, nunca he visto u oído yo acerca de un iPhone que automágicamente añada un destello violeta a las imágenes; que tenga feos problemas con la pintura de la cubierta; y que al mismo tiempo ofrezca una “actualización” de una aplicación importante que es tan mala, que hasta un opositor de Apple como yo tiene que admitir que ya ni siquiera es divertida.

Por supuesto, de esas tres, el problema con la pintura de la cubierta es el mayor para Apple: ¿pueden imaginarse cuán difícil es impresionar a los compañeros hipsters en un Starbucks con un aparato al que se le descascara el esmalte? Es como intentar impresionar a las chicas del suburbio con un VW Golf oxidado. No va a funcionar, indistintamente de cuán sobrepreciado sea.

Por otro lado, debo admitir que la calidad real (vs. la percibida) de Apple no se ha deteriorado tanto en realidad. ¿Recuerdan el AntennaGate? ¿O el problema de las Macs calientes? ¿O el fallo del WiFi de la MacBook? Sí, ya ven, en este punto hablar sobre problemas de calidad en lo que ofrece Apple es como darle palo a un caballo muerto.

Sólo un poco. El caballo, verán, nunca hubiera sido tan condescendiente como Apple.

Completa indiferencia con los clientes

Ah sí, el estelar servicio al cliente de Apple. O, como Steve Jobs mismo (actualmente girando violentamente en su tumba tras oír todas las buenas noticias sobre el iPhone 5) lo puso, “Lo Estás Agarrando Mal”.

¿Hay un problema con la antena? Oh, ¿y Apple recibió claras advertencias de su propio ingeniero de que tal problema iba a surgir con ese diseño? Sí, bueno, “lo estás agarrando mal” (pues claro, están agarrándolo “mal” también en los anuncios de Apple, ¡pero silencio, plebeyo!).

¿O quizás haya una respuesta esperada por parte de Apple con respecto al lindo brillo violeta añadido automágicamente (por cierto, la gente de Instagram está de seguro con cierto desagrado) a las fotos tomadas con el nuevo iPhone? ¡Pues adivinen! “Lo estás apuntando mal”.

Ah, pero cuando el problema con la pintura de la cubierta apareció, Apple de seguro habría de admitir un error, ¿verdad? Nop. “Es normal.” Bueno, obviamente “todo el mundo sabe” que el aluminio laminado muestra esos síntomas. ¿Quizás es por esto que nadie más lo usa en su diseño? Especialmente en artefactos que supuestamente están “hechos con un nivel de precisión que se esperaría de un reloj finamente fabricado”

¿Y qué tal los Sorprendentes Mapas de iOS6? Bueno, al menos Tim Cook tuvo las agallas de disculparse. Más o menos. “Tienen mapas inutilizables porque queremos darles la mejor experiencia”. Erm. ¡Sí, tiene sentido! ¡Gracias, Tim! Esto es realmente apreciado, en especial tomando en cuenta el hecho de que este desastre es el resultado de una decisión puramente política (“ahora dejaremos de utilizar Google Maps”) que ignoró por completo las necesidades de los usuarios y sólo se enfocó en el odio de Apple hacia Android y Google.

Oh, y adivinen qué – el “brillante” iPhone nuevo introduce un conector completamente nuevo, así que a menos que compren el adaptador (por apenas $29.99), todos sus accesorios serán ahora inútiles. Normalmente esto se llamaría “extorsión”, pero para Apple es meramente negocio como de costumbre – sus varios, distintos, incompatibles adaptadores de video son una constante causa de lolazos en cualquier lugar donde el dueño de una Mac intenta conectarse a un videobeam…

Estoy seguro, sin embargo, que todo esto vale la pena – después de todo, en las propias palabras de Apple, el iPhone 5 es la cosa más grande que le haya pasado al iPhone. O quizá la más alta. Alta como en los cuentos altos.

Guerras de Propiedad Imaginaria

Aparentemente, sin embargo, Apple parece estar dolorosamente al tanto de su propia caída, y en vez de luchar contra la competencia vía mecanismos regulares de mercado – oh, ya saben, ser más baratos, o mejores (o ambos) – decidieron intentar paralizar a la competencia con órdenes judiciales.

¿Cuán ilusa e hipócrita debe ser una compañía para gritar “¡Mercado Libre! ¡Globalización!” cuando alguien intenta hacerla responsable de lo que los trabajadores de FoxConn han tenido que pasar, pero gritan “no es justo” cuando este mercado libre y esta globalización se les devuelven a morderles el trasero en su propio terreno de juego? Oh, cierto, es una corporación. Continúen.

Por supuesto Apple reclama que la competencia le “robó” alguna propiedad imaginaria – pero me cuesta demasiado entender qué es tan increíblemente inventivo en las esquinas redondeadas, el desplazamiento basado en banda elástica, el deslizado para desbloquear o cualquiera de las otras cosas que Apple “tomó prestadas” de otras compañías.

Sorprendentemente, también la Oficina de Patentes de los Estados Unidos tiene sus dudas últimamente. Eso, sin embargo, no detiene a los jurados de sumergirse en el campo de distorsión de realidad (junto con varios de los mismos usuarios de Apple).

Por supuesto que todos los lados pueden jugar este juego y Motorola decidió reclamarle a Apple. Aunque yo no apoyo la idea de las patentes de software, con esto me preparo algunas palomitas; ¡esto va a ser entretenido!

Pero aquí es donde se pone divertido de veras – resulta que Apple (para usar su lenguaje) “robó propiedad intelectual” de los Ferrocarriles Suizos. Así es. Casi definitivamente copiaron el diseño, y mientras las “esquinas redondeadas”, uno puede argumentar, son una idea muy general y talvez, sólo talvez, no debería ser patentable, el diseño completo de un reloj es algo más completo y digno de licencia (quizás no de una patente, pero esa es otra historia).

Sólo para agregar alguna chispa más a la charada, una marca de teléfonos chinos aparentemente patentó el diseño del iPhone 5 en China. ¡Estoy esperando con impaciencia la respuesta de Apple! ¿Deplorarán las patentes de diseño? ¿Se limitarán a aceptar pagar las regalías? ¿O talvez Tim hallará soluciones aún más dignas de lolazos? ¡Sólo el tiempo lo dirá!

Sin embargo, dejando de lado las risas, esto causa problemas reales para el resto de nosotros. Y no hablo solamente de los ataques frívolos de Apple en cualquier logo basado en la imagen de la manzana (la fruta), aunque esto por sí mismo es un problema creciente (aunque aquí también el karma de Apple es una perra).

Paralizando la innovación

Causa problemas, ya que paraliza la innovación. Incluso si alguien encuentra una nueva y gran forma de diseñar un teléfono inteligente, tienen que diseñar evadiendo las patentes absurdas de Apple sobre cosas obvias.

¿La última línea? Obtenemos menos diseños de teléfonos inteligentes, porque las grandes compañías prefieren apegarse a lo que ya ha sido probado en cortes que aguanta los litigios de Apple. Litigios que también empezarán a suceder apenas terceras compañías empiecen a innovar evadiendo el nuevo conector, ya que es considerado por Apple como su propia propiedad imaginaria, y resguardada duramente para que solamente Apple pueda segar los beneficios de su voluble pero aparentemente bien adinerada base de usuarios.

Yo, en mi caso, no estoy contento.

¡Pero esperen, hay más! ¡Apple logró paralizar la innovación también en el frente del software! Con su opaco y secreto proceso de vetado de aplicaciones que permite innumerables aplicaciones de flatulencias (esto no es tan sorprendente, tomando en cuenta que el hombre que maneja la App Store vende él mismo varias aplicaciones de flatulencias) pero no permite una aplicación de navegación web (que sería inmensamente más útil que todas las aplicaciones de flatulencias juntas), con ellos rechazando una aplicación que informa de ataques de drones en la vida real pero no tienen problema algun con juegos brutales – solamente permiten que un muy limitado tipo de aplicaciones lleguen a los usuarios. Y los desarrolladores solamente pueden adivinar si su idea será del gusto de los mandamases de la App Store.

Oh, y estos mandamases realmente odian el Software Libre. Lo que no es una sorpresa, por supuesto.

Facilitadores

Hasta este punto no me ha podido importar menos lo que los clientes de Apple dejan que Apple les haga. Es su dinero, sus datos, sus vidas. Si alguien quiere actuar como tonto, no puedo detenerlos en realidad, ¿o sí?

Sin embargo, en cierto momento, Apple decidió que era una buena idea actuar como matón con todos en todas partes, directa e indirectamente, y tratar de coercionar, extorsionar, paralizar y litigar en todas las direcciones posibles. Esto amenaza directamente mi libertad de elegir el hardware y software que yo uso. Y no me sentaré a dejar que lo hagan.

Apple no sería capaz de hacer todo esto si la gente dejara de comprar su basura. Así que usted, mi querido cliente de Apple, es el facilitador. Usted personalmente les facilita no sólo robarles su dinero, sino robar a otros de sus decisiones.

Y por ello en adelante considero que usted, querido cliente de Apple, es personalmente responsable en parte por todo el mal que Apple hace. Sin peros. Sin excusas. Usted posee un aparato de Apple – usted facilita y apoya todo lo arriba mencionado.

Si no lo hace, deje de comprar Apple. Mientras más pronto, mejor – por usted y el resto de nosotros.

Rompiendo los muros del jardín

Ésta es una publicación antigua, de más de 4 años.

Como tal, puede que ya no corresponda con la opinión del autor o el estado del mundo. Se ofrece como archivo histórico.

Actualizado con Paso 0 y referencia a FreedomBox; Actualización 2: gracias sinceras a Laura Arjona por esta traducción al español

Desde hace algún tiempo he estado ponderando la mejor manera de liberar a la gente de los jardines amurallados (como Facebook, Google+, Twitter, etc).

Para todos esos servicios hay alternativas libres viables (Diaspora/Friendica, [StatusNet, y http://en.wikipedia.org/wiki/Distributed_social_network muchos más).

Todos esos servicios propietarios están siendo criticados duramente (entre otras razones, por violación de la privacidad, engaño o presión hacia sus usuarios, políticas de mano dura, censura, nymwars (requerimientos de identificarse con el nombre real)).

Y aún así, una abrumadora mayoría los sigue usando, en lugar de usar las alternativas libres, descentralizadas, federadas. Y aun así, hay gente que aún escribe software para esos servicios, y basan sus negocios en ellos – e incluso cuando esos servicios cerrados cambian sus políticas de API y provocan la ira de los desarrolladores, los propios desarrolladores escriben peticiones en lugar de simplemente diversificar.

Hay una razón para ello, y la razón se llama Efecto de Red. En resumen: cuanta más gente use un determinado medio de comunicación, más gente nueva la usará.

Parece que no hay salida… Sin embargo, creo que sí la hay. Pero ¡tenemos que subvertir el efecto red para que esté de nuestro lado!

Paso 0. Acordar protocolos.

Tenemos realmente un problema con la fragmentación. La fragmentación no es “elección”, es una situación en la que tú no sabes cuál de los tipos de servicio incompatibles elegir; de hecho, es casi un tipo de jardín amurallado en sí mismo.

Elección es lo que tenemos con el correo electrónico: puedes elegir entre una plétora de clientes, servidores, proveedores de correo web, etc; sin embargo, sin importar lo que elijas, eres capaz de comunicarte perfectamente con cualquier otro usuario de correo electrónico, que use cualquier otra combinación.

En estos momentos tenemos unos cuantos protocolos de ‘social media’ abiertos, libres y descentralizados que tienen similar funcionalidad pero no mucha interoperabilidad. Antes de que podamos dar un paso adelante, necesitamos cambiar eso; y el único modo de cambiarlo es llegar a un acuerdo con uno de esos protocolos y avanzar a partir de ahí.

Creo que deberíamos empezar un debate sobre el tema y tomar la decisión lo antes posible; y hago una llamada al proyecto GNU, la FSF, FSFE, y todas las organizaciones notables que promueven el software libre para que tomen partido en este debate y empujen a los protocolos que emergerían de la solución acordada.

Paso 1. Servicio formidable

Necesitamos construir un servicio (¡y métodos para crear nuevas instancias de él rápido y de manera sencilla!) que integre tantos tipos de servicio diferentes como sea posible, bajo una misma identidad usuario@ejemplo.org. Estoy pensando como mínimo:

¿Quizá una distro/remix, preparada con todo lo que uno necesita para simplemente instalarse, introducir algún dato básico y funcionar? Necesitamos tantas instancias como sea posible, lo más rápido posible.

Por supuesto, existen ya proyectos de valor que van en esta dirección, y deberíamos apoyarlos. Por ejemplo FreedomBox, como ha apuntado forteller; o SocialSwarm, como ha apuntado march.

El problema que veo con FreedomBox y SocialSwarm es que está intentando hacer dos transiciones difíciles a la vez: de la centralización a la descentralización, y de los servicios alojados en terceros a los auto-alojados. Creo que esto es un plan un poco demasiado ambicioso y debería ser partido en dos pasos separados. Sin embargo, si hacemos el paso 0 y el paso 1 bien, FreedomBox podría tener al menos una parte de su trabajo hecho para ellos.

Paso 2. Fuga de la prisión (Prison Break)

Cuando tengamos un lugar a donde enviar a los potenciales usuarios interesados, es la hora de empezar la campaña propiamente. Para ello necesitamos un sitio web, respaldado por tantas organizaciones y personas defensoras de la privacidad y el software libre como sea posible.

Se designaría un día de cada mes, o de cada cuatrimestre, para ser (por ejemplo) el “Día de la Fuga de la Prisión Q4 2012” (“Prison Break Day Q4 2012“). Los usuarios de los jardines amurallados podrían iniciar sesión en el sitio con sus cuentas de jardines amurallados y comprometerse a (una de las siguientes, o ambas):

  • Crear una cuenta en un servicio análogo libre y descentralizado (por ejemplo StatusNet para usuarios de Twitter, Friendica para usuarios de Facebook)
  • Cerrar sus cuentas de los jardines amurallados

antes del o en el próximo “Día de la Fuga de la Prisión” (“Prison Break Day“).

La información de que se han comprometido sería publicada automágicamente en sus canales de publicación en los jardines vallados para que todos sus amigos lo vean. Según se va acercando el “Día de la Fuga de la Prisión” (“Prison Break Day“), se les enviaría al menos un recordatorio a ellos y a sus canales de publicación. Los usuarios entonces podrían iniciar sesión con su identificación libre OpenID para “confirmar” el compromiso y probar que lo han cumplido. Esto también quedaría publicado en sus canales de publicación de jardines vallados.

Para suavizar el asunto, los servicios libres deberían ser capaces de conectarse con las cuentas de los jardines amurallados y de publicar en ellas.

Esto tendría el efecto de que la gente podría ver cuántos de sus amigos de los jardines amurallados están dispuestos a hacer el cambio. Para algunos, esto sería suficiente para confirmar sus compromisos y crear las cuentas; para otros incluso les proporcionaría el incentivo para cerrar sus cuentas de los jardines amurallados.

En cualquier caso, tendríamos el efecto red trabajando para nosotros.

¡Sí, hay un hilo en Diaspora e Identica para el que tenga el placer de comentar! (comentarios en inglés)